NUEVA YORK.-Tres fiscales federales de Manhattan a cargo del caso de corrupción del alcalde Eric Adams renunciaron este martes en protesta, acusando al Departamento de Justicia de presionarlos para que dijeran que lamentaban haber presentado el caso.
Celia Cohen, Andrew Rohrbach y Derek Wikstrom criticaron duramente al fiscal general adjunto del Departamento de Justicia, Todd Blanche, por presionarlos para que mintieran y «expresaran arrepentimiento» sobre el caso (que acusaba a Adams de aceptar sobornos por beneficios de viaje de parte de los turcos) para recuperar sus trabajos.
“No confesaremos irregularidades cuando no las hubo”, escribieron los tres fiscales, que fueron puestos en “licencia administrativa”, en una mordaz carta de una página obtenida por The Post.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, la comisionada de policía Jessica Tisch y el fiscal de distrito del Bronx, Darcel Clark, ofrecen una conferencia de prensa para anunciar el arresto de 20 presuntos miembros de la pandilla “800 YGz”.
El Departamento de Justicia, bajo la presidencia de Trump, “ha decidido que la obediencia prevalece sobre todo lo demás, lo que nos obliga a abdicar de nuestras obligaciones legales y éticas en favor de las instrucciones de Washington”, escribieron los fiscales.
Las salidas se producen después de que el juez del caso de Adams, Dale Ho, destacara en un fallo reciente que los fiscales a cargo del caso simplemente habían estado siguiendo la ley.
El expediente ante el Tribunal indica que los fiscales de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York que trabajaron en este caso siguieron todas las directrices pertinentes del Departamento de Justicia. No hay ninguna prueba —ninguna— de que tuvieran motivos indebidos, escribió el juez.
El fiscal general adjunto del Departamento de Justicia, Todd Blanche, sale del tribunal, el 7 de enero de 2025, en Nueva York.
Rohrbach, Cohen y Wikstrom señalaron que habían trabajado para la prestigiosa oficina del SDNY (que supervisa juicios de alto perfil como el caso de Sean “Diddy” Combs) bajo presidentes republicanos y demócratas.
Se les había permitido hacer su trabajo “sin miedo ni favoritismo”, escribieron.
Rohrbach fue parte del equipo que procesó a la madame de Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell, mientras que Cohen manejó varios casos de mafia.
Las renuncias se produjeron el primer día en que Jay Clayton, elegido por Trump para dirigir SDNY, asumió el cargo de manera interina.
El fiscal estadounidense para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, habla en una conferencia de prensa en Nueva York, el 26 de septiembre de 2024, sobre la acusación contra el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams.
Un portavoz de la oficina se negó a hacer comentarios.
Cinco fiscales han dimitido del SDNY desde que el Departamento de Justicia presionó en febrero para matar el caso de Adams.
La entonces directora interina del SDNY, Danielle Sassoon, acusó a la Casa Blanca en su carta de renuncia de elaborar un acuerdo corrupto de «quid pro quo» en el que Adams acordó satisfacer las demandas de Trump sobre política migratoria a cambio de que su caso fuera desestimado.
El fiscal principal del caso Adams, Hagan Scotten, también ha dimitido.
El fiscal federal adjunto Andrew Rohrbach señala al ex abogado Michael Avenatti durante su juicio penal en el Tribunal de los Estados Unidos en el distrito de Manhattan de la ciudad de Nueva York, EE. UU., el 24 de enero de 2022 en esta caricatura de la sala del tribunal.
La iniciativa para anular el caso fue encabezada por los altos funcionarios del Departamento de Justicia, Blanche y Emil Bove, quienes anteriormente fueron abogados defensores penales de Trump.
Blanche afirmó en una declaración el martes que “no había nada ‘ilegal’ ni ‘antiético’ en que el Departamento de Justicia desestimara el proceso defectuoso contra el alcalde Adams”.
“Cualquier sugerencia en contrario por parte de cualquier persona, especialmente de ex fiscales federales, es errónea y engañosa”, agregó Blanche, quien alguna vez trabajó como fiscal del SDNY.
Adams ha negado haber actuado mal y ha afirmado repetidamente que el caso en su contra fue una represalia política por hablar en contra del manejo de la frontera estadounidense por parte del presidente Joe Biden.
Su equipo también ha argumentado que el ex fiscal federal de Manhattan, Damian Williams, presentó el caso para impulsar su propia carrera política, citando un artículo de opinión que escribió poco después de dejar el cargo.
Adams ha acordado en las últimas semanas resucitar la oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en Rikers Island, cumpliendo una demanda clave hecha por el zar fronterizo de Trump, Tom Homan.
Ho, antes de desestimar el caso, escribió que la evidencia demostraba que el Departamento de Justicia de Trump había llegado a un “acuerdo” político con Adams.
“Aquí todo parece un trato: desestimación de la acusación a cambio de concesiones en política migratoria”, dijo en un fallo de 78 páginas.
