NUEVA YORK.-La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, señaló hoy durante una conferencia de prensa que aunque no iniciará un procedimiento para destituir al alcalde Eric Adams de su cargo, en medio de la controversia por su caso de corrupción, piensa limitar su autoridad a través del gobierno estatal.
La decisión del futuro del alcalde Eric Adams al final estará en manos de los votantes de Nueva York en las próximas elecciones, agregó la demócrata.
«Después de una cuidadosa consideración, he decidido que no iniciaré el procedimiento de destituir en este momento», dijo a los periodistas. «Estoy firmemente convencida de que la voluntad de los votantes y la supremacía y santidad de las elecciones democráticas me impiden cualquier otra acción. No puedo negar a los habitantes de esta gran ciudad el poder de tomar esta decisión por sí mismos».
Hochul señaló que sus objetivos inmediatos eran estabilizar a la ciudad y restablecer la calma. Además de garatizar que los servicios de la Gran Manzana sigan sin interrupciones.
Para limitar la autoridad del alcalde la gobernadora propone 3 acciones inmediatas que primero debes pasar por el Concejo Municipal:
- Una legislación para colocar un «inspector general especial» que supervice al alcalde y proteja las investigaciones de la ciudad de cualquier interferencia.
- Dar al contralor de la ciudad, al defensor del pueblo y a la presidenta del Concejo Municipal autoridad independiente para emprender posibles acciones legales contra el Gobierno federal.
- Ampliar las operaciones del interventor estatal «para la supervisión de la ciudad» que evaluaría de cerca «las decisiones relacionadas con el Gobierno federal», dijo Hochul.
«Esta es una oportunidad para instalar las salvaguardas que necesitamos tener en funcionamiento para darle a la gente la confianza de que solo hay un factor en cada decisión que se toma, y es lo que es mejor para la gente de la ciudad», dijo Hochul.
Por otro lado, la gobernadora señaló que le dijo al alcalde que debe tener administradores fuertes identificados para llenar los puestos de los 4 vicealcaldes que renunciaron el lunes antes de que queden vacantes.
El jueves, durante una rueda de prensa no relacionada, se le preguntó a Adams sobre lo que podría proponer Hochul, pero el también demócrata permaneció en silencio y luego se marchó sin responder a la pregunta.
Adams se ha mantenido desafiante ante los crecientes pedidos de dimisión, insistiendo en que los neoyorquinos no se dejan intimidar por la agitación en el Ayuntamiento mientras hace su discurso de reelección ante los votantes.
El anuncio ocurre mientras Adams espera la decisión de un juez que está sopesando si desestimar su caso federal de corrupción. Eso sucedería sin prejuicio, lo que significa que los cargos podrían ser revividos en un momento posterior. El juez Dale E. Ho retrasó una determinación después de una audiencia el miércoles, pero dijo que la naturaleza de alto perfil del caso lo obliga a actuar con rapidez.
“Nunca me rendiré, nunca dimitiré”, dijo el miércoles, tras su audiencia judicial. “Voy a dar un paso al frente y luchar”.
Tambien ocurre dos días después de que Hochul mantuvo una serie de reuniones con figuras políticas clave mientras consideraba la posibilidad de destituir a Adams. Sería una medida sin precedentes que refleja la creciente agitación dentro del Ayuntamiento durante meses.
Aquellos que se reunieron con la gobernadora a principios de la semana, incluido el reverendo Al Sharpton, dijeron que la posición del grupo probablemente dependerá en gran medida de la naturaleza de esa decisión.
El alcalde enfrenta una crisis política
La Alcaldía de Adams se desbordó en una crisis política después de que el Departamento de Justicia ordenó a los fiscales el 10 de febrero que retiraran los cargos de soborno y otros cargos en su contra. Adams se declaró no culpable.
Varios fiscales de carrera y supervisores de casos de corrupción pública renunciaron en lugar de llevar a cabo lo que consideraron una desestimación inapropiada y con motivos políticos de los cargos.
Uno de los que dimitió fue el fiscal interino de Estados Unidos en Manhattan, que escribió que los abogados de Adams ofrecieron su cooperación en materia de política migratoria a cambio de que se desestimara el caso. Los abogados de Adams han negado cualquier oferta de quid pro quo, aunque afirman que dijeron a los fiscales, cuando se les preguntó, que el caso estaba obstaculizando los esfuerzos del alcalde para hacer cumplir la ley migratoria.
Finalmente, dos abogados de alto rango del Departamento de Justicia presentaron el viernes la documentación necesaria para pedirle a un juez que pusiera fin formal al caso. Esa solicitud dio inicio a la audiencia fijada para el miércoles.
El escándalo alrededor de Adams empezó en noviembre de 2023, cuando los teléfonos del alcalde en su primer mandato fueron confiscados como parte de una investigación federal sobre la recaudación de fondos de su campaña de 2021. Él negó haber cometido alguna irregularidad.
Durante el año siguiente, varios de sus principales colaboradores y aliados en su administración fueron objeto de escrutinio y algunos renunciaron. Luego, el propio Adams fue acusado de soborno y otros cargos, acusado de hacer favores al Gobierno turco después de recibir donaciones ilegales para su campaña y lujosos viajes al extranjero.
Afirmó que estaba siendo objeto de ataques políticos por criticar las políticas de inmigración del entonces presidente Joe Biden. Adams, un demócrata centrista, comenzó a acercarse al entonces expresidente Donald Trump cuando el republicano se postuló el año pasado para recuperar la Casa Blanca.
Después de que Trump ganó, las propuestas de Adams se intensificaron, y Trump comenzó a plantear públicamente la posibilidad de un indulto para el alcalde, sugiriendo que Adams había sido «tratado bastante injustamente».
Adams voló a Florida para reunirse con Trump antes de que asumiera el cargo, y el alcalde abandonó una celebración planificada del Día de Martin Luther King Jr. en Nueva York después de recibir una invitación de último momento a la toma de posesión de Trump. Mientras tanto, Adams señaló la apertura a suavizar las políticas de la ciudad que limitan la cooperación con las autoridades federales de inmigración.
