Testigo del Tiempo / J.C. Malone
El primer discurso del presidente Donald Trump, sobre el Estado de la Unión, demostró que los demócratas proyectan cuatro mensajes diferentes, no pueden hacer una oposición efectiva.
El congresista demócrata Al Green, de Hudson, Texas, hizo un escándalo y lo sacaron del encuentro. La mayoría demócrata mantuvo un peligroso y desalmado silencio. La senadora demócrata de Michigan, Elissa Slotkin, presentó un mensaje moderado como la repuesta de su Partido al discurso presidencial.
El congresista neoyorkino, Adriano Espaillat, en español, perpetuó un estereotipo: los hispanoparlantes sólo buscamos el “mantengo”, advirtió que Trump recortaría “ayudas” a pobres y envejecientes. Parecía hablarle, no a la nación, sino a la gente que hace filas buscando alimentos en las iglesias.
Con esos cuatro mensajes, los demócratas están lejos de toda posibilidad de triunfos electorales en el futuro inmediato.
Llegaron al congreso “pre-juiciados”, antes de ir, decidieron que todo lo que diría Trump era “falso”, imprimieron paletas con ese mensaje.
Nada los conmovió, ni policías y estudiantes asesinados, ni un niño de 13 años luchando contra el cancer que quiere ser policía, parecía que no tenían alma.
Trump los arrinconó denunciando fraudes y corrupción, leyendo la carta que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky le envió, queriendo negociar, asegurando que terminará la guerra.
Trump reiteró sus planes expansionistas-imperialistas, empezó diciendo que renombró el Monte MacKinley en Alaska, ese fué el presidente estadounidense mas expansionista.
Reiteró que tomará Groenlandia, informó que compañías estadounidenses retoman los puertos del Canal de Panamá, y que renombró el Golfo de México como Golfo de América. No mencionó la “Riviera de Gaza”, porque logró su objetivo, los pueblos árabes pagarán esa reconstrucción, los responables, Estados Unidos e Israel, se economizaron esa plata.
El discurso sobre el Estado de la Unión demostró que la nación sigue radicalmente divivida, y el Partido Demócrata está bastante fragmentado, no puede hacer oposición.
Los demócratas tienen mal record histórico, está demostrado Bill Clinton nos legó a George W. Bush, Barack Obama nos legó a Trump, y Biden nos lo devolvió.
Si siguen así, de seguro perderán las elecciones congresuales del 2026, sin oposición, los republicanos modificarán la Constitución, y habrá reelección, los demócratas garantizarán reelegir a Trump.
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