LA FLORIDA.-La oficina del sheriff del sur de Florida despidió a seis agentes más y sancionó a otros 11 por su gestión del caso de Mary Gingles, una mujer que, según los investigadores, fue asesinada por su exesposo después de que ella advirtiera a los agentes durante meses que temía que la matara. Dos agentes habían sido despedidos previamente por su participación en el caso.
Una investigación interna descubrió que varios agentes de la Oficina del Sheriff de Broward no investigaron adecuadamente los informes de Gingles sobre violencia doméstica perpetrada por su esposo, Nathan Gingles, antes de que supuestamente llevara a cabo el triple homicidio de su esposa, su padre, David Ponzer, y su vecino Andrew Ferrin, mientras la hija de cuatro años de los Gingles le rogaba a su padre que se detuviera.
Nathan Gingles se declaró inocente. De ser declarado culpable, podría enfrentarse a la pena de muerte.
Los asesinatos, a pesar de los repetidos pedidos de ayuda de Mary Gingles, han sacudido a la comunidad de Tamarac, en el sur de Florida, y han encendido un nuevo escrutinio sobre el fracaso de los oficiales en usar la ley de bandera roja del estado para retirar las armas de fuego a una persona considerada un peligro para sí misma o para los demás.
Tuvimos múltiples oportunidades de proteger a Mary durante los meses previos a su muerte cuando nos alertó sobre la violencia doméstica que sufría. Los agentes y detectives asignados para investigar estos casos no cumplieron con su capacitación y, finalmente, no lograron atender las reiteradas peticiones de ayuda de Mary con la urgencia requerida, declaró el sheriff de Broward, Gregory Tony.
Según una investigación del Miami Herald, en el año previo a su asesinato, Mary Gingles había confiado a amigos, familiares y agentes de la ley que temía que su exmarido la matara.
La investigación encontró que violó repetidamente las órdenes de restricción que le impedían ingresar a la casa familiar, aterrorizó a su esposa colocando un rastreador en su auto y dejando una mochila llena de suministros como cinta adhesiva y bridas en el garaje.
“Uno de los pasos más cruciales para prevenir la violencia letal es desarmar a los abusadores y mantenerlos desarmados”, afirma el informe del Departamento de Justicia.


