LOS ANGELES.-El Gobierno de California anunció el miércoles que revocará unas 17,000 licencias comerciales de conducir otorgadas a inmiigrantes ante críticas de la Administración federal de Donald Trump al sistema.
El Departamento de Transporte de Trump había amenazado a California con retenerle fondos presupuestales si no eliminaba estas licencias, porque el Gobierno federal afirma sin evidencia que son usadas por personas que han sobreextendido sus visados o que no tienen estatus legal.
Sin embargo, el gobernador Gavin Newsom asegura que todos los conductores sí tenían una autorización legal de trabajo otorgada por autoridades federales.
La oficina de Newsom dijo que la cancelación no se debe a las denuncias del Gobierno federal, sino a que las leyes estatales prevén que las licencias de conducir de personas inmigrantes deben caducar poco antes de que se venza el estatus legal del conductor en cuestión, y que estas 17,000 licencias van en línea con esa normativa del DMV.
«Esta es solo la punta del iceberg, y mi equipo seguirá forzando a California a comprobar que han quitado a todos los inmigrantes» sin estatus legal «que estaban detrás de un volante de camiones de carga o de autobuses escolares», declaró Sean Duffy, el secretario de Transporte.
El despacho de Newsom reviró que «Duffy otra vez no quiere decir verdades sino esparcir falsedades».

También ha habido accidentes vehiculares mortales en Texas y en Alabama este año de conductores con licencias comerciales, así como un incidente que dejó tres muertos en California en octubre. En este último caso también resultó que ese conductor no tenía estatus legal.
En meses recientes, el Gobierno de Trump ha emitido regulaciones para que sea más difícil para personas migrantes, aun con estatus legal, conseguir licencias vehiculares comerciales.
Por ejemplo, ahora es requisito realizar inspecciones a conductores para valorar si su manejo del inglés es «suficiente», y que de otro modo puede haber multas.
Los datos más recientes, de octubre, indican que desde que entraron en vigor esas normas en junio hay 6,000 conductores menos en las flotillas comerciales que cruzan Estados Unidos para repartir bienes y servicios por todo el país.
Es una pérdida para el comercio de este tipo porque se calcula que hay cerca de 80,000 plazas vacantes de camioneros en el país en comparación a lo que se necesita.
Hasta este verano alrededor del 23% de la gente contratada como camionera en Estados Unidos era de origen latino.
Con información de The Associated Press


