NUEVA YORK.-Los líderes sindicales acusan a los administradores de los 12 hospitales de intentar recortar el personal, los salarios y las prestaciones sanitarias de las enfermeras.
«Nuestros jefes están tratando de revertir nuestros logros en la atención al paciente», dijo Nancy Hagans, presidenta de la Asociación de Enfermeras del Estado de Nueva York.»»Pero estamos cansados de sus juegos. Y estamos hartos de su codicia», afirmó Aretha Morgan, miembro de la junta directiva de la NYSNA.«Nuestros jefes están tratando de revertir nuestros logros en la atención al paciente», dijo Nancy Hagans, presidenta de la Asociación de Enfermeras del Estado de Nueva York.»»Pero estamos cansados de sus juegos. Y estamos hartos de su codicia», afirmó Aretha Morgan, miembro de la junta directiva de la NYSNA.
Darla Joiner, enfermera titulada del Mount Sinai y presidenta del Comité Local de Negociación, afirma que las enfermeras no pueden hacer su trabajo si no están protegidas.
«Estamos arriesgando nuestras vidas y ustedes no quieren que tengamos el mismo seguro médico que teníamos antes. ¿Cómo se supone que vamos a estar sanas y cuidar de los pacientes?», afirmó.
La NYSNA también exige protección sanitaria para los pacientes, cuyos costes sanitarios van a aumentar, una mejor dotación de personal ante la escasez y garantías en materia de inteligencia artificial.
«Se niegan a aceptar nuestra propuesta de proteger los servicios sanitarios para nuestros pacientes más vulnerables, que son el objetivo de la administración Trump», afirmó Hagans.
«Desde principios de la década de 2000, han cerrado cuatro hospitales en Queens. Son cuatro demasiados. Estos cierres añaden estrés a unos hospitales que ya están sobrecargados», afirmó Michelle Jones, enfermera practicante del Flushing Medical Center y tesorera de la NYSNA.
La seguridad también es motivo de preocupación.
«Queremos que todas las enfermeras y todo el personal estén seguros», dijo Ari Moma, enfermera titulada y directora general de la NYSNA«Queremos que todas las enfermeras y todo el personal estén seguros», dijo Ari Moma, enfermera titulada y directora general de la NYSNA
El sindicato quiere mejoras en la seguridad, como detectores de metales, especialmente después de que un hombre de 20 años entrara en el Mount Sinai en noviembre amenazando a la gente con un arma a lo largo de medio kilómetro en el Upper East Side de Manhattan.
La policía finalmente alcanzó al sospechoso a unas manzanas del hospital. Le dispararon y lo mataron después de que, según los agentes, él disparara primero.
Pero la NYSNA acusa al Mount Sinai de tomar represalias contra tres enfermeras que expresaron su preocupación por el incidente del tirador activo.
«Nuestro entorno de trabajo seguro ha sido una gran preocupación, y esto ha caído en saco roto, incluso con el incidente del tirador activo», dijo Joiner.«Nuestro entorno de trabajo seguro ha sido una gran preocupación, y esto ha caído en saco roto, incluso con el incidente del tirador activo», dijo Joiner.
NY1 se puso en contacto con los hospitales para recabar sus comentarios.
En un comunicado, un portavoz de Mount Sinai escribió: «La NYSNA ha declarado que «nuestro sistema sanitario está siendo atacado» y que «los recortes en la sanidad supondrán… menos financiación para los hospitales»… sin embargo, la NYSNA exige a los hospitales que aumenten el salario medio de las enfermeras en 110 000 dólares, hasta alcanzar los 272 000 dólares al año, por 10 días de trabajo al mes».
Un portavoz del Montefiore Medical Center acusó a la NYSNA de exigir «un total de 1200 millones de dólares, lo que supone un aumento del 50 % con respecto al contrato actual», así como otras medidas que afectarán a la seguridad de los pacientes.
Mientras que un portavoz del New York Presbyterian escribió: «Seguimos negociando de buena fe y mantenemos la esperanza de que los dirigentes de la NYSNA compartan nuestro compromiso de alcanzar un acuerdo contractual justo y razonable…» y «Respetamos y valoramos el papel fundamental que desempeñan nuestras enfermeras en la prestación de la excepcional atención por la que es conocido el NewYork-Presbyterian».
