NUEVA YORK.-El empresario y productor musical Sean Combs, también conocido como ‘Puff Daddy’, ‘P. Diddy’, ‘Puffy’ y ‘Love’, entre otros nombres artísticos, se presenta en corte desde el 5 de mayo, para el inicio del juicio en su contra.
Durante más de dos décadas, Combs destacó como una de las figuras más influyentes de la música. Construyó un imperio empresarial que incluía su sello discográfico, una marca de moda, una cadena de televisión, acuerdos con licoreras y un papel clave en un ‘reality show’.
Se le acusa de conspiración para cometer crimen organizado, tráfico sexual y transporte para ejercer la prostitución.

Los fiscales acusan a Sean ‘Diddy’ Combs de liderar una “empresa criminal” que forzaba a mujeres y hombres -incluida su exnovia Cassie- a participar en maratones sexuales que él denominaba “freak offs”.
Agentes federales registraron sus residencias en Los Ángeles y Miami Beach a principios de 2024.

Denuncias ante el juicio
En 2023, la cantante de R&B Cassie demandó a Sean ‘Diddy’ Combs por abuso sexual y violencia sostenida durante años.
Un día después de interponer la demanda, él negó las acusaciones por medio de su abogado.
Poco tiempo después, otras dos mujeres presentaron demandas por abuso sexual y más adelante comenzaron a surgir decenas de denuncias por agresión sexual y otros ataques, tanto de hombres como de mujeres. Sus abogados han desestimado todas las acusaciones, calificándolas de “falsas”.


Demanda previa por violencia
En 2007, Sean ‘Diddy’ Combs asistió a una fiesta después de la entrega de los premios Óscar y golpeó a un hombre frente a un hotel en Hollywood.
El individuo lo demandó, pero en marzo de 2008 llegaron a un acuerdo extrajudicial.
Un mes después, Combs celebró tener su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Algunos testigos afirmaron que Combs estuvo entre quienes dispararon y fue acusado de ofrecerle 50,000 dólares a su chofer para que se declarara culpable, por la pistola 9 mm hallada en su vehículo.

Nunca aceptó la culpa
El 1991, nueve jóvenes que se encontraban en un evento en el gimnasio del City College en Nueva York murieron aplastados en una escalera abarrotada.El promotor de esa actividad fue Sean Combs, quien entonces tenía 22 años.
Un informe de la policía atribuyó parte de la responsabilidad de la tragedia a la mala planificación del evento.
Las familias interpusieron demandas por homicidio culposo, pero Combs no aceptó la responsabilidad.




