SANTO DOMINGO.-El doctor Félix Antonio Cruz Jiminián, director de la clínica Cruz Jiminián, reveló este lunes que fue una víctima del Seguro Nacional de Salud (Senasa), asegurando que debido a la situación económica que enfrentó tuvo que vender bienes que había obtenido durante 40 años para mantener a flote el centro médico.
El reconocido galeno explicó que en 2018 la entonces directora del Senasa les propuso establecer un convenio con la clínica, por estar ubicada en el corazón de barrios marginados del Distrito Nacional. El acuerdo, según detalló, ascendía a 3.7 millones de pesos, aunque debía aplicarse un descuento del 15%.
“En 2019 exigimos que ese 15% no se podía descontar porque nos estaba afectando”, expresó Cruz Jiminián en una entrevista en el programa El Día.
Indicó que el sistema utilizado por Senasa, llamado SAMI, todavía presenta deficiencias. «Se hacía manual, qué pasa, los pacientes ingresados de Senasa, había que ingresarlos todos a 300 pesos por persona. Una persona venía aquí, se internaba con un sagrado gastrointestinal que había que ponerle litros de sangre, entubarlo, hacerle endoscopía, se gastaba un millón de peso, ellos calculaban que ese paciente pagaba 300 pesos», explicó.
Agregó que Senasa también contaba con otro sistema denominado SIRL, mediante el cual los internamientos debían notificarse en un plazo máximo de 24 horas. “No nos daba tiempo de reportar los pacientes ingresados”, dijo.
«Nosotros no tenemos nada que ver con ese embrollo, al contrario, hemos sido víctima. ¿En qué sentido?, en que Senasa daba 3.5 millones (por el descuento), entonces nosotros teníamos que ver todos los pacientes», manifestó.
Cruz Jiminián aseguró que la situación provocó pérdidas mensuales superiores a los cuatro o cinco millones de pesos.
«Eso llevó a la clínica, entre otras cosas, que estábamos perdiendo más de cuatro o cinco millones de pesos mensuales. Pero no solamente eso, también otros factores que aquí todo el que venía era exonerado, gratis, no diferencia, y cuando nos venimos a dar cuenta la clínica tenía un hoyo de cientos de millones de pesos, por eso tuvimos que hacer prestamos en varios bancos y vender yo todo lo que había conseguido durante 40 años, tuve que venderlo para gastarlo aquí para que la clínica no desapareciera»
El médico concluyó señalando que «el Senasa fue parte de esto, en el sentido de que consumía mucho más» de lo que reportaban.
