ROMA.- El papa Francisco continúa en estado «crítico» pero «estable» en su décimosegundo día ingresado en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios y espera los resultados de una nueva TAC sobre su neumonía bilateral.
La Santa Sede explicó en su boletín diario que «las condiciones del Santo Padre continúan críticas pero estables, no se han verificado episodios agudos respiratorios y los parámetros hemodinámicos siguen siendo estables».
Tras dormir bien toda la noche, el Pontífice se despertó este martes de buen ánimo y continúa con el tratamiento, dijo el Vaticano.
«El Papa ha descansado bien, toda la noche», fue el escueto mensaje del Vaticano, que reveló que el Pontífice se puso de pie, trabajó y aprobó la canonización del beato José Gregorio Hernández, conocido como el «Médico de los pobres».
Según el último reporte médico, el papa Francisco se sometió a un examen CT programado para el monitoreo radiológico de la neumonía bilateral. Sigue en estado crítico pero estable y su prognosis sigue siendo reservada.
En el reporte del lunes, el Vaticano dijo que el papa muestra una ligera mejoría en sus pruebas de laboratorio. Los médicos también dijeron que la leve insuficiencia renal detectada el domingo no era preocupante.
El papa Francisco sigue recibiendo oxigenoterapia, con flujos y porcentaje de oxígeno ligeramente reducidos, según el reporte. Durante el lunes no tuvo episodios de crisis asmáticas respiratorias.
El Vaticano informó de que, tras recibir la Eucaristía, el papa reanudó sus actividades laborales por la mañana.

Así ha evolucionado la salud del papa
En el parte médico de la tarde del domingo, se explicó que el pontífice argentino, ingresado desde el pasado 14 de febrero con una neumonía bilateral, no había tenido más crisis respiratorias como la que sufrió el sábado, pero que continuaban suministrándole oxígeno mediante cánulas nasales.
Precisaron que el sábado se le suministraron dos unidades de concentrado de glóbulos rojos que supusieron un aumento del valor de hemoglobina.
Y que la trombocitopenia, es decir, el nivel bajo de las plaquetas que se le detectó el sábado, «se mantuvo estable», explicaron las fuentes.
Sin embargo, respecto a los partes médicos anteriores, se informó de que «algunos análisis de sangre muestran una insuficiencia renal inicial leve, actualmente bajo control».
Aunque el estado es «crítico», el papa continúa alerta y bien orientado, añade el parte médico.
«La complejidad del cuadro clínico y la espera necesaria para que las terapias farmacológicas den alguna respuesta obligan a que el pronóstico siga siendo reservado», agregaron las fuentes.
Una publicación en X el domingo desde la cuenta del papa decía lo siguiente: «He recibido recientemente muchos mensajes de afecto y me han llamado especialmente la atención las cartas y los dibujos de los niños. ¡Gracias por vuestra cercanía y por las oraciones consoladoras que he recibido de todo el mundo!»
Los médicos dijeron el sábado que el papa de 88 años, al que se le extirpó parte de un pulmón en su juventud, se encontraba en estado crítico. El sábado por la mañana sufrió una prolongada crisis respiratoria asmática durante su tratamiento por neumonía y una compleja infección pulmonar.
El papa recibió “altos flujos” de oxígeno para ayudarle a respirar a través de un tubo nasal. También recibió transfusiones de sangre después de que las pruebas mostraran un bajo conteo de plaquetas, que son necesarias para la coagulación, según informó el Vaticano en una actualización por la noche.
La declaración del sábado también indicó que el pontífice “continúa alerta y pasó el día en un sillón, aunque con más dolor que ayer”. Los médicos señalaron que el pronóstico era “reservado”.
Los médicos han indicado que la situación de Francisco es incierta, dada su edad, fragilidad y enfermedad pulmonar preexistente.
Su estado ha reavivado las especulaciones sobre lo que podría suceder si queda inconsciente o incapacitado de alguna otra manera, y si podría renunciar.

Oraciones por el papa en el Vaticano
Francisco debía haber celebrado una misa este domingo por la mañana en la basílica de San Pedro y ordenar a diáconos como parte de la conmemoración del Año Santo del Vaticano.
El organizador del Año Santo, el arzobispo Rino Fisichella, celebró la misa en su lugar y ofreció una oración especial por Francisco desde el altar antes de pronunciar la homilía que el papa había preparado.
“Aunque esté en una cama de hospital, sentimos al papa Francisco cerca de nosotros, lo sentimos presente entre nosotros”, dijo Fisichella a los cientos de diáconos vestidos de blanco. “Y esto nos obliga a hacer aún más fuerte e intensa nuestra oración para que el Señor lo asista en su tiempo de prueba y enfermedad”.
Un mensaje que Francisco había preparado con antelación para su oración del mediodía del domingo, pero que no pronunció, decía que “continúo con confianza mi hospitalización en el Hospital Gemelli, llevando a cabo el tratamiento necesario; ¡y el descanso también es parte de la terapia!”.
El mensaje mencionaba el próximo aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania, “una ocasión dolorosa y vergonzosa para toda la humanidad”.
La principal amenaza que enfrenta el papa es la sepsis
Los médicos han advertido que la principal amenaza que enfrenta Francisco sería la aparición de sepsis, una grave infección de la sangre que puede ocurrir como complicación de la neumonía.
Hasta el viernes, no había evidencia de ninguna sepsis, y Francisco estaba respondiendo a los diversos medicamentos que está tomando, dijo el equipo médico del papa en su primera actualización detallada sobre el estado del papa.
Los análisis de sangre del sábado mostraron que había desarrollado un bajo conteo de plaquetas, una condición llamada platopenia o trombocitopenia. Las plaquetas son fragmentos similares a células que circulan en la sangre y ayudan a formar coágulos sanguíneos para detener el sangrado o ayudar a sanar heridas.
Los conteos bajos de plaquetas pueden tener diversas causas, incluidos los efectos secundarios de medicamentos o infecciones, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Francisco, quien tiene enfermedad pulmonar crónica y es propenso a la bronquitis en invierno, fue admitido en el hospital Gemelli el 14 de febrero después de que empeorase una bronquitis que había sufrido durante una semana.
Los médicos diagnosticaron en primer lugar una compleja infección respiratoria viral, bacteriana y fúngica y luego la aparición de neumonía en ambos pulmones. Prescribieron “reposo absoluto” y una combinación de cortisona y antibióticos, junto con oxígeno suplementario cuando lo necesita.
Mientras tanto, la jerarquía del Vaticano se puso a la defensiva para sofocar rumores y especulaciones de que Francisco podría renunciar al cargo. No hay disposición en el derecho canónico sobre qué hacer si un papa queda incapacitado.
Francisco ha dicho que ha escrito una carta de renuncia que se invocaría si su estado de salud le impidiera tomar tal decisión.
El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, dio una inusual entrevista al Corriere della Sera para responder a la especulación y los rumores sobre una posible renuncia. Esto ocurrió después de que el Vaticano desmintiera de forma oficial, algo poco corriente, un reporte en medios italianos que decía que Parolin y el principal experto canónico del papa habían visitado a Francisco en el hospital en secreto.
Dadas las exigencias canónicas para que una renuncia sea legítima, las implicaciones de tal reunión serían significativas, pero el Vaticano negó rotundamente que hubiera ocurrido tal encuentro.
Parolin dijo que tal especulación parecía “inútil” cuando lo que realmente importaba era la salud de Francisco, su recuperación y regreso al Vaticano.



