WASHINGTON.-El regreso del expresidente Joe Biden a la palestra ha hecho que algunos miembros del Partido Demócrata —incluidos sus principales asesores— estén furiosos porque su presencia solo está reavivando viejas heridas, según un informe.
Después de mantener un perfil bajo, Biden reapareció el martes con un discurso anti-Trump en Chicago, seguido de comentarios privados en la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard.
Pero la reacción dentro del Partido Demócrata fue menos una celebración y más un evento que generó pánico, con operadores del partido, estrategas y leales a Biden diciendo que su presencia llegó en el peor momento, informó The Hill.
“Quiero mucho a ambos Biden, pero la lealtad del personal implica que existe la responsabilidad de brindarles un conocimiento honesto de la situación, especialmente cuando se trata de su imagen pública, sin importar lo doloroso que sea escucharlo”, dijo al medio Michael LaRosa, quien se desempeñó como director de comunicaciones de Jill Biden.
LaRosa argumentó que cualquier asesor con conocimiento del Partido Demócrata debería haber sabido que muchas personas siguen “furiosas o indiferentes” hacia el expresidente.
Durante su discurso en Harvard, Biden tuvo que ser corregido por su asesor de toda la vida, Mike Donilon, por confundir Ucrania con Irak al hablar de la guerra con Rusia, según informó Harvard Crimson.
Después de que el expresidente de 82 años mordiera un helado en el evento, el postre, parcialmente consumido, cayó al suelo, señaló el Crimson.
Un informe de noticias de “The Hill” indica que los ex asistentes de la primera familia creen que Joe Biden debe mantenerse alejado de la política.
“Fue difícil de ver”, dijo al Post un ex funcionario de la Casa Blanca sobre el discurso, donde Biden también recordó a los “niños de color ”.
Fue como ver a alguien querido empezar a decaer. Solo queríamos que disfrutara de su jubilación como otros presidentes, no que se fuera así, dijo el funcionario.
La confusión solo contribuyó al intento de la administración Trump y los conservadores de utilizar la impopular aparición del expresidente como una distracción de la reciente agitación arancelaria, agregó LaRosa.
El regreso de Biden fue un «hermoso regalo para la Casa Blanca, el presidente Trump y los medios conservadores en un momento en el que estaban a la defensiva y bajo un fuerte escrutinio sobre la fallida política arancelaria de una manera que no hemos visto desde que Trump fue elegido», dijo.
LaRosa lamentó que los asesores de Biden deberían reconocer el final de su carrera política y actuar en consecuencia.
«Es un final desgarrador y trágico para su tiempo en la vida pública, pero también es la verdad, y deberían tener en cuenta las realidades políticas en su toma de decisiones», continuó el ex asistente.
