WASHINGTON. -El Gobierno de los Estados Unidos volvió a incluir a República Dominicana en su determinación presidencial sobre los países de mayor tránsito de drogas o de producción ilícita de sustancias, correspondiente al año fiscal 2025-2026.
A través de un comunicado de prensa oficial del Departamento de Estado, el gobierno de Donald Trump colocó a República Dominicana dentro de una lista de 23 países que también son calificados como un punto estratégico para el tránsito de sustancias ilícitas.
No obstante, el comunicado aclara que estar en esta lista “no necesariamente refleja los esfuerzos de los gobiernos para combatir las drogas o el nivel de cooperación con los Estados Unidos”.
Asimismo dice que las razones para ser colocados en esta lista se debe a que los países mencionados tienen una combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten que las sustancias ilícitas o personas que las elaboran, tengan facilidades para su tránsito o producción.
Junto a República Dominicana también está en esta lista Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.
Dentro de esta lista, la nota de prensa difundida por el Departamento de Estado también informó que el gobierno de Trump ha descertificado la cooperación de Colombia en la lucha contra las drogas por primera vez en casi tres décadas.
La descertificación, se convierte en una “reprimenda” del gobierno estadounidense, quienes apuntaron al auge en los cultivos de hoja de coca y la desaceleración en la erradicación de los cultivos ilícitos durante la administración del presidente Gustavo Petro.
El tráfico delictivo transnacional organizado de fentanilo y otras drogas ilícitas mortales hacia Estados Unidos ha creado una emergencia nacional, incluida una crisis de salud pública en Estados Unidos que sigue siendo la principal causa de muerte de los estadounidenses de entre 18 y 44 años. Más del 40 por ciento de los estadounidenses conoce a alguien que ha fallecido por una sobredosis de opioides, y en 2024 Estados Unidos registró un promedio de más de 200 muertes diarias debidas a drogas ilícitas. Esto sigue siendo inaceptable, y mi Administración está desplegando todos los recursos y el poderío de Estados Unidos para derrotar esta amenaza a nuestra nación.
En primer lugar, he asegurado nuestras fronteras utilizando todos los recursos policiales y militares necesarios para salvaguardar la seguridad y la soberanía de nuestra nación. Por primera vez en cuatro años, nuestra frontera ya no es un colador abierto para los carteles terroristas de la droga, los traficantes de personas y todos aquellos que quieren hacer daño a nuestro país. Se están salvando vidas estadounidenses, y las muertes por sobredosis están empezando a disminuir significativamente por primera vez en más de una década.
También he movilizado la fuerza económica de Estados Unidos para exigir una mayor cooperación por parte de nuestros vecinos norteamericanos a fin de hacer frente a la amenaza de las drogas y que ellos también pongan de su parte. En Canadá, el primer ministro Mark Carney respondió nombrando a un zar del fentanilo y proponiendo una ley para aumentar las facultades de inspección de las fuerzas del orden, pero se necesitan más medidas para impedir que el fentanilo y otras drogas crucen nuestra frontera y para arrestar a los delincuentes que trafican con drogas y explotan el territorio canadiense. En México, la presidenta Claudia Sheinbaum ha aumentado la cooperación para hacer frente a los poderosos carteles que envenenan a nuestros dos países con drogas y violencia. México ha enviado 10.000 efectivos de su Guardia Nacional a nuestra frontera común, ha logrado importantes incautaciones de fentanilo y precursores químicos, y ha transferido a Estados Unidos a 29 objetivos de alto valor, entre ellos importantes miembros de los carteles, para que sean juzgados por sus delitos. Mi Administración ha trabajado en estrecha colaboración con la presidenta Sheinbaum para lograr la frontera suroeste más segura de la historia, salvando vidas y protegiendo a las comunidades del flagelo del fentanilo. Este aumento de los esfuerzos de México debe mantenerse e institucionalizarse. Al Gobierno de México le queda mucho por hacer para acabar con los líderes de los carteles, así como con sus laboratorios clandestinos de drogas, las cadenas de suministro de precursores químicos y las finanzas ilícitas. Durante el próximo año, Estados Unidos espera ver esfuerzos adicionales y agresivos por parte de México para hacer responsables a los líderes de los carteles y desarticular las redes ilícitas dedicadas a la producción y el tráfico de drogas.
Estados Unidos colaborará con México y otros países para combatir estas amenazas a la seguridad nacional de forma cooperativa siempre que sea posible y, cuando sea necesario, a través de nuestras propias autoridades soberanas. Mi decisión de identificar a los carteles de la droga mexicanos y otras organizaciones criminales transnacionales como organizaciones terroristas extranjeras ha otorgado a Estados Unidos nuevas facultades para desmantelar estos grupos mediante sanciones, la ampliación de las facultades de enjuiciamiento y otros recursos. Mi Administración también ha impuesto restricciones de visado a los familiares y allegados de los narcotraficantes para proteger nuestro país.


