WASHINGTON.-Woodburn, una pequeña localidad al norte de Salem, Oregón, experimentó un cambio drástico en su rutina diaria debido al anuncio de patrullajes por parte de Donald Trump para deportar a indocumentados.
Este clima de temor afecta no solo a los adultos, sino también a los niños y jóvenes. Tony Salm, maestro en Woodburn, describió un ambiente de nerviosismo entre los estudiantes, afirmando que «definitivamente, hay un clima de miedo», según reseña Mundo Deportivo.
Debbie Cabrales, directora ejecutiva del Centro de Servicios para Trabajadores Agrícolas de Woodburn, señaló que muchas personas han optado por quedarse en casa, manifestando que “todos estamos en alerta y tratando de preparar a la gente para cualquier cosa que pueda suceder”.
Frank Lonergan, alcalde de Woodburn, expresó su preocupación por el bienestar de los residentes y aseguró que la policía local no colaborará con las autoridades federales en la detención de inmigrantes indocumentados.
POSICIONES ENCONTRADAS
El tema genera un intenso debate político en el estado, con legisladores republicanos cuestionando las políticas de santuario para indocumentados y proponiendo cambios significativos.
A pesar de las declaraciones de las autoridades, la incertidumbre persiste en Woodburn, donde muchos residentes, en su mayoría trabajadores agrícolas, enfrentan un futuro incierto bajo las políticas migratorias de la administración Trump.
Aunque no se han confirmado redadas de ICE en el estado, el temor ha llevado a muchos a esconderse y evitar salir de sus hogares.


