NUEVA JERSEY.-En Nueva Jersey residen más de 380,000 dominicanos que sufrieron el impacto del colapso del techo de la discoteca Jet Set, la madrugada del martes 8 de abril, en la capital de la República Dominicana.
Murieron al menos 231 personas y más de 150 resultaron heridas en la peor tragedia que registra en tiempos recientes este país caribeño.

En señal de duelo y honrando a las víctimas, este lunes 21 de abril las banderas en el estado de Nueva Jersey ondearán a media asta.

El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, estuvo afuera el pasado jueves, pero la gobernadora interina, Tahesha Way, firmó la orden ejecutiva 385, para expresar el duelo por las vidas que se perdieron en el Jet Set Club.
“Nueva Jersey es el hogar orgulloso de una comunidad dominicana fuerte y vibrante, muchos de los cuales conocían a alguien que falleció o resultó herido en el derrumbe del club nocturno”, declaró la gobernadora interina Way.
Y agregó: “Nos solidarizamos con todos los afectados por esta tragedia, especialmente con las familias de los cuatro ‘neo jerseyenses’ que fallecieron”.

Dos de esas víctimas mortales fueron identificadas como Jennifer Contreras y Antonia Ignacio Douglas, conocida en la comunidad de Peth Amboy como Violeta.
Perth Amboy, Elizabeth y Paterson son tres de las ciudades con mayor población dominicana en el estado.
Jennifer Contreras, por su parte, vivía en Passaic. Murió un día antes del que habría sido su cumpleaños 24.
La joven, de madre peruana y padre dominicano, estaba en Santo Domingo obteniendo una certificación como diseñadora de cejas.
Al conocer sobre la orden para que las banderas ondeen a media asta este lunes 21 de abril en Nueva Jersey, José Francisco Santana Suriel, cónsul general de la República Dominicana en Nueva Jersey, expresó su gratitud en nombre del presidente Luis Abinader «al gobernador Phil Murphy y a todo su equipo, por su constante apoyo y solidaridad».
Santana Suriel calificó el tributo como » un verdadero gesto de empatía ante el inmenso dolor que nuestro pueblo está sintiendo tras la trágica pérdida de tantas vidas en el derrumbe del club nocturno Jet Set en Santo Domingo”.
No concluyó sin mencionar que entre las víctimas de esta tragedia hubo residentes de Nueva Jersey. «Agradecemos a los funcionarios electos que contribuyeron al proceso de repatriación de las víctimas y brindaron asistencia tanto aquí como en la República Dominicana”, indicó.
De igual forma residentes en Providence realizan vigilia en honor víctimas de Jet Set
En un emotivo acto de solidaridad y profundo recogimiento, la comunidad dominicana de Rhode Island, junto a destacadas autoridades estatales y municipales, se reunió en la plaza-monumento a Juan Pablo Duarte y Díez del parque Roger Williams para rendir tributo a las víctimas del trágico suceso.
Bajo un cielo gris y una persistente llovizna que parecía acompañar el luto, decenas de personas se congregaron en el parque para expresar su dolor, elevar oraciones y compartir mensajes de esperanza. La vigilia no solo honró a quienes perdieron la vida o resultaron heridos, sino que también se convirtió en un acto simbólico de conexión entre la diáspora y su tierra natal, unidas por el sufrimiento y el amor patrio.
El evento fue marcado por momentos de silencio solemne, acompañados de velas encendidas, flores, y la entonación del himno nacional dominicano. La comunidad expresó su pesar y compromiso de mantener viva la memoria de las víctimas, al tiempo que exigió justicia y una investigación transparente sobre las causas del colapso estructural que ha enlutado al país.
Entre los presentes, se destacaron figuras clave del liderazgo político del Estado de Rhode Island, incluyendo al Gobernador Dan McKee y a la Vicegobernadora Sabina Matos, quienes dirigieron palabras de consuelo a la comunidad dominicana. Ambos destacaron el valor de la unidad en momentos difíciles y reafirmaron el compromiso del gobierno estatal con todas las comunidades inmigrantes.
También asistieron el Secretario de Estado Gregg Amore, el Tesorero General James Diossa, el Alcalde de Providence Brett Smiley, y la Alcaldesa de Central Falls Maria Rivera, junto con varios representantes estatales como Grace Díaz, José Batista Jr. y Scott Slater. Su presencia reforzó la importancia del evento y subrayó el reconocimiento de la comunidad dominicana como un pilar fundamental de la vida cívica y cultural en Rhode Island.
La organización de la vigilia fue fruto del esfuerzo colaborativo de un nutrido grupo de líderes comunitarios y activistas que, en menos de una semana, coordinaron todos los aspectos logísticos del acto. Nombres como Gonzalo Cuervo, Carol Aguasvivas, Víctor Capellán y Rosa De Castillo sobresalen por su entrega y vocación de servicio en momentos de emergencia emocional colectiva.
Otros colaboradores claves incluyeron a Emelda Benítez, Wilda Gutiérrez, Palmenio Pacheco, José Domínguez, Pedro Pineda, Belkis Peña, Marilyn Cepeda, Evelin Pérez, Kennedy Arias, Isabel R., y Francisco Remigio. Su liderazgo demostró la fortaleza organizativa de la diáspora dominicana y su capacidad para movilizarse ante situaciones de crisis.
Diversas organizaciones sociales, políticas y culturales se sumaron al acto, fortaleciendo el espíritu de colectividad. Se hicieron presentes grupos como Ángeles de la Comunidad, Calle Limpia, Quisqueya En Acción Inc., Club Juan Pablo Duarte, y la Dominican Independence and Heritage Award Committee of RI, quienes ofrecieron recursos, voluntariado y apoyo moral durante la ceremonia.
También participaron activamente la Policía Nacional Dominicana en Rhode Island, la Nueva Generación Duartiana, el Rhode Island Education Collective, la Unión Deportiva de Rhode Island, HUDO, así como los partidos Fuerza del Pueblo (FP) y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), dejando en evidencia que el dolor compartido trasciende ideologías y convoca a todos los sectores.
Durante la vigilia se escucharon mensajes de líderes religiosos, que ofrecieron plegarias por la pronta recuperación de los heridos y el consuelo de las familias. Se enfatizó la necesidad de una supervisión más estricta de las normas de seguridad en espacios públicos en República Dominicana, para evitar que tragedias similares vuelvan a repetirse.
La vigilia no fue solo una ceremonia de duelo, sino también un acto de afirmación cultural. Se recordó el valor de la identidad dominicana, la fuerza de la diáspora y el deber de mantenerse unidos frente a la adversidad. La Plaza-Monumento a Duarte se transformó por unas horas en un santuario colectivo de memoria, resistencia y esperanza.
Finalmente, los organizadores agradecieron a todos los asistentes por su presencia solidaria, a pesar del clima adverso. En su mensaje de cierre, hicieron un llamado a seguir fortaleciendo los vínculos entre Rhode Island y la República Dominicana, y a no olvidar que, incluso desde la distancia, el corazón de la comunidad sigue latiendo al ritmo de su patria herida.



