TEXAS.-Un hermano del sospechoso de abrir fuego contra una instalación de ICE en Dallas afirmó que su hermano no estaba especialmente interesado en la política y que no había expresado opiniones a su familia en contra de la agencia federal de control de la inmigración.
El sospechoso, Joshua Jahn, de 29 años, presuntamente se autoinfligió un disparo tras abrir fuego contra las instalaciones este miércoles y provocar la muerte de una persona detenida y dejar a otros dos detenidos en condición crítica. Las fuerzas del orden dijeron que las balas recuperadas cerca del cuerpo del atacante tenían escrito el mensaje «anti-ICE».
“Por lo que yo sabía, no tenía opiniones fuertes sobre ICE”, afirmó Noah Jahn, hermano mayor de Joshua.

El Consulado General de México en Dallas indicó en una declaración escrita que “una de las personas que sufrió lesiones graves es de nacionalidad mexicana y se encuentra hospitalizada recibiendo atención médica”.
“La representación consular contactó a sus familiares para brindarles el acompañamiento y asesoría legal correspondientes. De igual forma están en permanente comunicación con las autoridades que llevan a cabo las investigaciones; se espera la autorización para que puedan visitar al connacional al hospital”, precisó el texto.
“No creía que le interesaba la política”, comentó Noah Jahn. “Por lo que yo sabía, no le interesaba las políticas de ninguno de los dos bandos”.
En 2016, Joshua Jahn fue acusado en Texas de distribuir marihuana en una cantidad superior a un cuarto de onza pero inferior a cinco libras, lo que constituye un delito grave. Según los registros, se declaró culpable. Estaba registrado como independiente y votó por última vez en noviembre de 2024, según los registros públicos.

Los archivos penales estatales describen a Jahn como un hombre de cabello castaño y ojos marrones, de 6 pies (1.80 metros) de altura y 210 libras (95 kilogramos) de peso. Los registros también indican que nació en Texas.
Los hermanos Jahn crecieron en Allen, Texas, donde participaban en los Boy Scouts. Noah afirmó que su hermano había trabajado como programador, pero que actualmente estaba desempleado y planeaba mudarse a la propiedad de sus padres en Oklahoma.
Noah Jahn amplió que sus padres tenían un rifle y que Joshua sabía cómo usarlo.
Pero “no es un tirador, eso es seguro”, dijo. “No sería capaz de hacer disparos como esos”.

Un hombre que dijo haber conocido a Joshua Jahn desde su adolescencia como miembro de la misma tropa de Boy Scouts en Texas afirmó que Jahn expresaba sus opiniones sobre política y recordó una conversación de hace varios años sobre las caravanas de migrantes que entraban en Estados Unidos.
“Simplemente le molestaba que la gente no entendiera la desesperación de las personas por salir de situaciones difíciles y cómo se estaba gestionando la inmigración en general”, indicó.
El hombre, que pidió no ser identificado por temor a sufrir acoso, continuó diciendo que el sospechoso del ataque era “apasionado” en su postura sobre los temas, pero que no lo conocía como “una persona de acción”.
Se sorprendió de que Jahn hubiera sido identificado como sospechoso del ataque.

“Estaba bastante en contra”, afirmó sobre la idea de la violencia con armas de fuego, “por eso esto es aún más sorprendente. No era alguien que tolerara ese tipo de acciones”.
Amplió que siguió siendo amigo suyo de adulto, pero que perdió el contacto hace unos cinco años, cuando Jahn dijo que tenía previsto irse a vivir a Oklahoma.
Declaró que el padre del sospechoso era un líder activo de los Boy Scouts y que Joshua Jahn le había ayudado a mudarse un par de veces.
“Era una de esas personas a las que llamaba para pedir ayuda, en diferentes situaciones, ya fuera apoyo emocional o físico”, comentó.
Testigos describieron una escena de caos
Los testigos del tiroteo en las instalaciones de ICE en Dallas quedaron afligidos tras el ataque. George Solis, de NBC News, habló con testigos dentro de las instalaciones.
Mayra Robleto, de 71 años, se encontraba esta mañana en la oficina local de ICE para una cita de inmigración cuando escuchó una serie de disparos que parecían provenir del exterior del edificio.
Inmediatamente pensó en su hija, Denise, que la esperaba fuera. Robleto se encontraba en una zona del edificio donde las personas acuden a esperar sus citas con ICE como parte de su proceso de inmigración. Otras personas como ella, que estaban allí para acudir a sus citas ese día, también tenían a sus seres queridos justo fuera de las instalaciones cuando comenzó el tiroteo.
“Estaba aterrorizada por si le pasaba algo. Mucha gente tenía a familiares allí”, declaró Robleto, una inmigrante de Nicaragua. Estar separada de su hija la dejó “angustiada”, afirmó.
Al mismo tiempo, su hija temía que Robleto estuviera en peligro.

“Rezo a Dios para que busquen una forma de protegerse a sí mismos y de protegernos a nosotros también”, afirmó.
Comentó que reconocía que algunas personas están muy enfadadas por la situación del país, “pero la gente debe respetar las leyes”.
Amplió que espera que la gente también “tenga empatía por aquellos que están aquí en busca de un futuro mejor. Nosotros también nos vemos afectados por la política”.
Aseguró que se sintió muy feliz al reunirse con su hija cuando terminó el incidente.
Denise Robleto dijo que cuando se escucharon los disparos dirigidos a la oficina local del ICE en Dallas, se sintió aterrorizada por su madre, que se encontraba dentro del edificio en el momento del tiroteo.
“Nadie sabía lo que realmente estaba pasando dentro”, dijo entre lágrimas. Amplió que en ese momento estaba hablando por videollamada con su hermana, quien le instó a huir mientras continuaban los disparos.

Robleto afirmó que quizo buscar refugio en las instalaciones de ICE y habló con un funcionario allí. Cuando la policía llegó al lugar, se le permitió entrar. La gente dentro de la oficina local estaba en pánico, y los funcionarios ayudaron a calmar a todos, y les pidieron que se sentaran, relató.
Las reacciones tras el ataque
El presidente, Donald Trump, escribió en la red social Truth Social que había sido informado sobre el tiroteo en la oficina local del ICE en Dallas.
Dijo que era «despreciable» que los casquillos de bala del tiroteo contuvieran mensajes contra ICE.
«Los valientes hombres y mujeres del ICE solo intentan hacer su trabajo y expulsar de nuestro país a los peores delincuentes, pero se enfrentan a un aumento sin precedentes de las amenazas y la violencia», escribió, y culpó a la izquierda política y pidió a los demócratas que dejaran de lado la retórica contra ICE y las fuerzas del orden.
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Por su parte, el senador estatal de Texas Nathan Johnson, demócrata que representa al condado de Dallas, declaró a NBC News que no es el momento de fomentar más divisiones en nuestro país politizando el tiroteo y haciendo suposiciones cuando aún quedan muchas preguntas sin respuesta.
“Rechazo la inclinación que muchas personas sienten de atribuir esto al Partido Demócrata o al Partido Republicano. No sabemos quién era este atacante, con quién pensaba que estaba afiliado”, señaló Johnson.

Johnson dijo que era malicioso atribuir este tiroteo y otros actos de violencia política recientes “al Partido Demócrata en general o a una ideología progresista”.
Afirmó que él y otros demócratas apoyan a las fuerzas del orden y condenan la violencia en un país que tiene una larga historia de violencia con armas de fuego, amplió que también apoyaba a la comunidad inmigrante.
“Me preocupan y simpatizo absolutamente con las comunidades de inmigrantes, y apoyo totalmente el Estado de derecho y la aplicación de las leyes de inmigración. No son cosas incompatibles”, afirmó.
Describió el tiroteo como “absolutamente horroroso y tremendamente triste” y expresó sus condolencias a todos los afectados.
“No le deseo este tipo de horror a la familia de nadie”, afirmó.
Entretanto, el representante estatal de Texas Rafael Anchía, un demócrata que representa a parte del condado de Dallas, señaló en una declaración a NBC News que “no permitiremos que este momento sea explotado para crear división o culpar prematuramente”.

Otros ataques contra instalaciones de ICE
El 4 de julio, un ataque en un centro de detención de inmigrantes de Texas causó heridas a un agente de policía, que recibió un disparo en el cuello. Los atacantes, vestidos con ropa negra de estilo militar, abrieron fuego en el exterior del centro de detención Prairieland, en Alvarado, al suroeste de Dallas, informaron los fiscales federales. Al menos 11 personas han sido acusadas en relación con el ataque.
Un hombre con un rifle de asalto disparó decenas de balas contra agentes federales cuando estos salían de unas instalaciones de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en McAllen el 7 de julio. El hombre, identificado como Ryan Louis Mosqueda, hirió a un agente de policía que acudió al lugar antes de que las autoridades le dispararan y lo mataran. Más tarde, la policía encontró otras armas, municiones y mochilas dentro de su coche.
Con información de NBC News y The Associated Press


