Más temprano, el mismo doctor Antonio Cruz Jiminián aclaró este lunes los motivos de la suspensión de la rueda de prensa que había sido anunciada para responder a los señalamientos sobre un presunto beneficio económico de su clínica en el marco del denominado Caso SeNaSa, al tiempo que negó de manera categórica cualquier irregularidad.
Durante una intervención ofrecida en un programa de televisión, el reconocido médico explicó que la actividad fue pospuesta debido al fallecimiento de la madre del abogado que custodia la documentación necesaria para entregar copias a los periodistas. Indicó que la rueda de prensa se realizará en los primeros días de enero.
Cruz Jiminián sostuvo que su clínica mantiene una relación contractual con el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) desde el año 2012, como ocurrió con todos los centros médicos del país, aunque aseguró que desde el inicio ha sido “menospreciada” en términos de tarifas, pese a contar con una infraestructura médica de alta calidad.
Detalló que, en ese entonces, SeNaSa solicitó que la clínica atendiera pacientes del régimen subsidiado bajo condiciones de pago limitadas, lo que provocó la acumulación de cerca de 12,000 expedientes sin auditar, generando una deuda que calificó de “inaguantable” para el centro de salud.
Según el médico, solo en el área de emergencia se atendían más de 3,000 pacientes subsidiados mensuales, lo que representaba un gasto superior a los seis millones de pesos, sin incluir internamientos ni procedimientos de alto costo que, en algunos casos, superaban el millón de pesos por paciente.

Cruz Jiminián rechazó de forma enfática versiones publicadas en medios que señalan que su clínica se benefició de la actual administración de SeNaSa, asegurando que nunca se firmó ningún convenio entre 2020 y 2025. “Nunca, nunca y nunca hicimos ningún tipo de acuerdo con esta administración”, enfatizó.
Asimismo, denunció que el sistema de facturación de SeNaSa calcula la atención de emergencia en apenas 300 pesos por paciente, monto que calificó de irreal frente a los costos reales de medicamentos, estudios, personal médico y procedimientos quirúrgicos.
Finalmente, afirmó que lejos de beneficiarse, fue SeNaSa quien se favoreció del servicio brindado por su clínica, situación que, según dijo, llevó al centro médico a una profunda crisis financiera, de conocimiento público.

