SANTO DOMINGO.-Durante varias décadas la República Dominica se convirtió en un destino central para el tránsito de drogas, en el que varios países de Sudamérica utilizaban el país como puente para enviar narcóticos a los mercados de Europa y Estados Unidos.
De acuerdo con un reportaje del medio estadunidense Miami Herald, la República Dominicana recibía vuelos con drogas que aterrizaban en pistas clandestinas, y era utilizada como puerto para enviar lanchas rápidas que cruzaban el canal de la Mona como «fantasmas».
Informa que la cocaína era almacenada en contenedores que salían de los puertos dominicanos, así como las redes del narcotráfico eran protegidas por la política y la corrupción.
El cambio con Abinader
Luego de llegar el presidente Luis Abinader al poder en 2020, el camino cambió. A partir de dicho año las autoridades dominicanas lanzaron una campaña de reforma antidrogas, la que consideran una de las más ambiciosas del hemisferio, refirió el medio.
El cambio comenzó cuando Abinader comenzó a purgar las prácticas tradicionales del gobierno sobre la corrupción que habían permitido que el país se convirtiera en el centro del tránsito para la cocaína que era enviada por Colombia y Venezuela.
«En cinco años, las autoridades triplicaron las incautaciones de drogas, desmantelaron redes que antes se consideraban intocables, modernizaron los sistemas legales y de vigilancia, y reconstruyeron la confianza con sus homólogos estadounidenses y europeos. La cooperación, antes cautelosa, incluso suspicaz, se volvió fluida y estratégica», declara el medio estadounidense.
Los funcionarios dominicanos expresaron que la transformación comenzó con el nombramiento de un contralmirante orientado a dirigir la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y declarar al Ministerio Público como independiente.
Según el reportaje, entre el 2004 y el 2020 las autoridades lograron incautar alrededor de 77 toneladas de narcóticos, algo que en los últimos cinco años se ha multiplicado. Entre el 2020 y el 2025 las autoridades han incautado más de 227,824 kilogramos, de los cuales 67,373 kilogramos fueron capturados en operaciones internacionales conjuntas.
Las autoridades de Estados Unidos puntualizan que el aumento no refleja una mayor circulación de drogas, sino una mayor y mejor capacidad para detectarlas en las que se amplió la vigilancia marítima y aérea.
Sugieren que el 90 % de las drogas que ingresan al Caribe central pasa por aguas de República Dominicana de alguna forma: en lancha, buque portacontenedores o transbordo de carga.
El tráfico aéreo, antes habitual, ahora está prácticamente eliminado. Los esfuerzos se centraron en lo que se había convertido en uno de los corredores más utilizados por los cárteles venezolanos y colombianos. El tráfico a través del Caribe ha sido fluido desde hace mucho tiempo, y el país se había convertido en uno de sus ejes.
Para los funcionarios de Estados Unidos, la diplomacia ha sido uno de los signos más visibles del avance de RD en materia antidrogas. La situación comenzó a cambiar cuando en la actualidad RD se ubica entre los tres países que más extraditan fugitivos a Estados Unidos, con más de 200 extradiciones desde el 2020.
«La cooperación bilateral es la más sólida que jamás haya existido», afirmó una funcionaria del Departamento de Estado citada por el Miami Herald.
Washington ha contribuido con equipos especializados, entre ellos escáneres no intrusivos capaces de detectar cargas de alto valor ocultas en cascos de yates, mercancía que anteriormente salía de los puertos dominicanos sin ser detectada. «La tecnología importa», señaló la funcionaria. «Pero la voluntad política importa aún más».


