SANTO DOMINGO.-El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez, cuestionó el papel de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en República Dominicana, señalando que en los últimos tiempos incurrió en una “desnaturalización de sus objetivos” e injerencia en asuntos internos.
“Las agencias internacionales de desarrollo, naturalmente, tienen el auspicio de grandes potencias y, en su origen, poseen un buen propósito: ayudar a países con un alto nivel de atraso y sin recursos suficientes para materializar acciones concretas.
El dirigente del Instituto Duartiano advirtió que dichas agencias han estado impulsando programas que buscan influir en la opinión pública y en las políticas nacionales, incluso promoviendo críticas severas contra instituciones dominicanas.
Moral y cívica
“Otra manifestación de esta injerencia es la presión ejercida para evitar la inclusión de la enseñanza de Moral y Cívica en el currículo escolar, a pesar de que la Constitución, en su artículo 63, numeral 13, establece como obligatoria la educación en valores patrios, historia nacional, medio ambiente y educación vial.
La formación cívica es clave para garantizar una sociedad con ciudadanos responsables, comprometidos con su país y su comunidad», enfatizó. Asimismo, criticó que las agencias internacionales intentan introducir una agenda ideológica que, según él, choca con los valores y principios de la sociedad dominicana.
“Esos son programas impulsados con el objetivo de penetrar en la sociedad dominicana con cuestiones que no son bien aceptadas por la población, como el aborto y la promoción de la homosexualidad.
Además, buscan debilitar el sentimiento de dominicanidad y desdibujar las fronteras, desestimulando el orgullo nacional y reduciendo la capacidad de protesta de la ciudadanía», agregó Gómez, al participar como invitado del programa radial Esto No Tiene Nombre.
Caso puntual
Alineación,la USAID se había manejado como una agencia independiente del Gobierno federal, pero bajo la administración de Trump ha sido intervenida para, según el Gobierno estadounidense, alinearla a los intereses de Estados Unidos.
En el caso de la República Dominicana parte de los fondos erogados en la región por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se usaron en campañas de descrédito contra gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y promover agenda gay.
La nueva administración, encabezada por Donald Trump decidió suspender las actividades de Usaid, bajo el alegato de que se detectaron irregularidades en el manejo de fondos.
Según Trump, la Usaid “robó fondos del gobierno estadounidense para pagar a medios de comunicación para que éstos falsearan información a favor de los demócratas”.
Además de la alegada compra de opinión en Estados Unidos, algunos investigadores afirman que parte de los fondos destinados por la agencia en Latinoamérica, fueron usados para pagar a reconocidos periodistas y comunicadores de radio y televisión.
Estos comentaristas se encargaban de hacer comentarios contra los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, algo similar de lo ocurrido en Georgia, Serbia y contra la oposición de Moldavia.
Solo en República Dominicana dicha organización destinó, al movimiento Participación Ciudadana, la suma de 10 millones 870 mil dólares (unos 663 millones de pesos dominicanos),entre los años 2015 y 2022.
Los recursos también se destinaron para impulsar la agenda gay, tanto en República Dominicana como en otros países del área, de acuerdo a investigadores.
Las oficinas de Usaid en Washington fueron cerradas y sus actividades suspendidas, después que el empresario Elon Musk, encargado de reformar el Estado, anunciara que el presidente Trump aceptó desmantelar dicha organización.
Los demócratas arremetieron duramente contra el intento del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump de desmantelar una agencia que proporciona ayuda crucial en el extranjero para financiar la educación y combatir el hambre y las enfermedades, calificándolo de ilegal, comprometiéndose a librar una batalla judicial y criticando al multimillonario Elon Musk por ejercer tanto poder en Washington.
Los empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) recibieron órdenes de no acudir a la sede de la agencia en Washington, y agentes policiales impidieron a legisladores entrar al vestíbulo el lunes después de que Musk anunciara que Trump había acordado con él cerrar la agencia.
Los hechos abruptos ocurren después de que miles de empleados de USAID ya han sido despedidos y se cerraron programas en las dos semanas que han pasado desde que Trump asumió el cargo. Y muestran el extraordinario poder de Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) en el gobierno de Trump. Musk anunció el cierre de la agencia el lunes temprano, mientras el secretario de Estado Marco Rubio se encuentra fuera del país en un viaje a Centroamérica.
“Se volvieron completamente locos, lo que estaban haciendo y el dinero que estaban dando a personas que no deberían recibirlo y a agencias y otros que no deberían recibirlo, fue una vergüenza, un fraude tremendo”, manifestó Trump a los periodistas en la Oficina Oval el lunes.
Rubio les dijo a los periodistas en San Salvador que ahora él era el administrador interino de USAID, pero había delegado su autoridad a otra persona. El cambio significa que USAID ya no es una agencia gubernamental independiente como lo había sido durante décadas —aunque su nuevo estatus probablemente será impugnado en los tribunales—, y será administrada desde el Departamento de Estado.
“No es sólo un regalo para nuestros adversarios, sino que intentar cerrar la Agencia para el Desarrollo Internacional por orden ejecutiva es simplemente ilegal”, agregó.
La turbulencia sigue a la orden de Trump de congelar la asistencia extranjera, con amplias repercusiones en todo el mundo. Las acciones de Estados Unidos, el mayor proveedor mundial de ayuda humanitaria, han trastocado décadas de políticas que colocaron la asistencia humanitaria, de desarrollo y de seguridad en el centro de los intentos para construir alianzas y contrarrestar adversarios como China y Rusia.
Empresas estadounidenses e internacionales se han visto forzadas a cerrar decenas de miles de programas en todo el mundo, lo que ha derivado en suspensiones temporales, despidos y crisis financieras que han dejado a muchos temiendo que la comunidad de ayuda haya sido demasiado dañada por la congelación para reanudar el trabajo, incluso si se reactiva la financiación. Otras organizaciones se han declarado en bancarrota después de que se les informara que USAID no pagaría sus facturas por proyectos que ya habían sido aprobados e implementados en todo el mundo.
Dijeron que Trump carece de la autoridad constitucional para cerrar USAID sin aprobación del Congreso, y denunciaron que Musk acceda a información delicada del gobierno a través de sus inspecciones de agencias y programas gubernamentales.
Empleados de USAID dijeron que más de 600 empleados adicionales habían informado que habían sido bloqueados de los sistemas informáticos de la agencia durante la noche. Aquellos que aún estaban en el sistema recibieron correos electrónicos en los que se les informaba que, “por dirección del liderazgo de la agencia”, el edificio “estará cerrado el lunes, 3 de febrero”. El sitio web de la agencia desapareció el pasado sábado sin explicación.
